En los últimos 50 años las esferas económica, cultural
y personal han dado un vuelco en el mundo entero. Y sin embargo, los sistemas
educativos no han movido un ápice sus programas y sus objetivos. La sociedad de
la información actual necesita jóvenes creativos y motivados.
En la época de la España industrial en la que el
personal consistía en un conjunto de "robots" igualizados y altamente
cualificados para realizar su trabajo, es decir, los burgueses dueños de las
fábricas no tenían la mínima intención de suscitar a sus empleados para que
consiguieran desarrollar sus cualidades y virtudes, sino que preferían un
sistema de personas muy bien cualificadas para realizar su trabajo.
Para seleccionar a tales personas, el método empleado consistía en
examinarlos de manera que vieran sus capacidades para trabajar en la industria,
sin buscar nada más con respecto a las habilidades y expectativas personales.
En la escuela ocurre lo mismo, ya que el Sistema educativo se encarga de
igualizar a todos los alumnos con las mismas asignaturas haciendo oídos sordos
a la capacidad personal del niño.
El empeño en dar mayor importancia a las asignaturas como Lengua Castellana,
Conocimiento del Medio y Matemáticas, demustra la teoría que intentamos
explicar.
En cambio, asignaturas como Educación plástica y visual y Educación musical, se
consideran materias de segunda categoría, sin darse cuenta que éstas son las
que verdaderamente se encargan de desarrollar la capacidad crítica del niño y a
potenciar las cualidades y creatividad de éste.
Por lo tanto, tenemos que empeñarnos en cambiar la escuela actual procedente
del mundo industrial, y promover las asignaturas que se encargan del desarrollo
creativo del niño, ya que cada niño tiene unas características particulares y
si para el futuro no intentamos desarrollar el potencial de éstos, no
conseguiremos jamás un avance de la sociedad, ya que irá ocurriendo generación
tras generación sin éxito.
La
clave en la escuela no es
apretar, no es volver a los métodos del siglo pasado, no es machacar con más
memorización y más exámenes, no es poner tarimas a los maestros, sino valorar
su trabajo, ni es hacer más diferenciación por notas, sino por intereses y
capacidades.
La clave es hacer de la escuela un lugar donde se aprenda y se
experimente directamente la vida, no donde se viva para aprender lo que otros han decidido que debes
aprender, es la innovación educativa verdadera,
la que pone al educando en el centro de la experiencia, la que valora al niño,
a sus necesidades evolutivas y a su curiosidad. Y mientras sigamos repitiendo
el mismo método, fracasaremos. Y los niños y el futuro lo pagarán.
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner
Howard Gardner ha sostenido que el concepto
tradicional de inteligencia es demasiado limitado y que tenemos múltiples
inteligencias , todas ellas importantes, que la educación debería considerar de
forma equitativa para que todos los niños pudieran optimizar sus capacidades
individuales. En la práctica, no todos aprendemos de la misma forma ni tenemos los mismos intereses y en un mundo cambiante como el
actual, en el que la diversidad de información es una realidad, la elección
resulta inevitable.
Las implicaciones educativas de la teoría de las inteligencias múltiples
son enormes. Está sugiriendo a los docentes la necesidad de aplicar estrategias
pedagógicas más allá de las lingüísticas y lógicas que predominan en el aula y
de adoptar enfoques creativos que se alejen de las tradicionales distribuciones
de mesas en filas y columnas con el profesor delante (y en muchas ocasiones por
encima), de las pizarras o de la dependencia excesiva de los libros de texto.
Los nuevos tiempos requieren entornos que fomenten la creatividad y la
colaboración.
Todo esto viene a decir que todos somos inteligentes.
Todos tenemos un lugar en el mundo. Nacemos con dos o tres de estas
inteligencias con una capacidad de desarrollo mayor que las demás y es
importante que los educadores y padres ayuden desde pequeños a saber cuales son
nuestros “dones”, a saber quiénes somos. Estos dones son nuestro “elemento” con lo que mejor fluimos lo mejor que podemos dar al mundo. Si el niño sabe
pintar muy bien, es muy inteligente si tiene un gran “oído musical”, es muy
inteligente si domina la danza o el deporte es muy inteligente Así, los
mediocres, los que parecen que no dan para más en un sistema educativo
tradicional, puede que sean genios en inteligencias en el que ese sistema no se
fija un ser que no entra en los cánones matemáticos y lingüísticos de la
escuela tradicional
Una nueva forma de aprendizaje
Cada vez existen más colegios en España que apuestan
esta nueva forma de aprendizaje, un modelo educativo basado en las
inteligencias múltiples.
El colegio Monserrat, uno de los centros de más
reconocido prestigio a nivel nacional en la implatación de este modelo con
resultados tangibles, que en el año 2010 su directora fue galardonada con
el premio de la Fundación Nuevas Claves Educativas por su labor.
Como colegio público tenemos el CEIP Aguamansa situado
en Canarias.
Esperamos que esta carta sirva como una reflexión a todo
lo que está pasando quizás la situación donde nos vemos inmersa es fruto de
toda la educación que tuvimos, ¿no crees que es hora de que cambien las
cosas?. Si es así recuerda que el cambio empieza por uno mismo y que la
educación es la base de la sociedad.
Creemos que ya ha llegado el momento de actuar.